Mientras los niños pequeños y en edad preescolar necesitan una supervisión constante, los niños en edad escolar se vuelven más independientes, toman sus propias decisiones y (con suerte) ejercitan la autodisciplina. La infancia implica un crecimiento rápido. Durante este tiempo, las habilidades físicas, sociales y mentales se desarrollan mientras que los niños experimentan las maravillas de los dientes permanentes. Experimentan crecimiento en otras áreas; los niños están construyendo la masa ósea que tendrán el resto de sus vidas, fortalecen sus habilidades y capacidades cognitivas, y van conformando su comportamiento social.
La nutrición durante la infancia y la adolescencia es fundamental, ya que las desventajas de una dieta con micronutrientes insuficientes pueden tener un impacto duradero en el crecimiento, el desarrollo, y la función física y mental. Los niños y preadolescentes corren el riesgo de una nutrición deficiente por muchas razones, como tener caprichos a la hora de comer, saltearse las comidas y consumir demasiada comida chatarra. No deje que este tiempo se le escape: dele a los niños la nutrición que necesitan ahora para fomentar la salud física a futuro.
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